Stephane Mallarmé

Construcción

34. Ars combinatoria

Los orígenes del arte se sitúan en zonas de penumbra, en territorios sombríos que escapan a la pura lógica, para adentrarse en los pliegues recónditos de la imaginación. Existen disposiciones, organizaciones y correspondencias entre las cosas que implican una particular armonía. Como ocurre con los sonidos o los signos del alfabeto, algunas combinaciones precisas —de entre la infinitud de las posibles—, algunas relaciones espaciales y materiales, facilitan al espíritu un territorio propio al que retornar una y otra vez para…
Construcción

34. Ars combinatoria

Los orígenes del arte se sitúan en zonas de penumbra, en territorios sombríos que escapan a la pura lógica, para adentrarse en los pliegues recónditos de la imaginación. Existen disposiciones, organizaciones y correspondencias entre las cosas que implican una particular armonía. Como ocurre con los sonidos o los signos del alfabeto, algunas combinaciones precisas —de entre la infinitud de las posibles—, algunas relaciones espaciales y materiales, facilitan al espíritu un territorio propio al que retornar una y otra vez para…